Ella es mi Nona Elba. Todos hemos pensado alguna vez que ojalá los abuelos fueran eternos. Hoy, quiero rendirle un homenaje en vida. He tenido la fortuna y la oportunidad de compartir una changua y un tinto con ella en Pamplona, Norte de Santander. Durante nuestra conversación, escuché sus anécdotas y vivencias, y espero poder plasmar y transmitir la memoria familiar a nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Los pensamientos e historias de mi Nona quedarán en la memoria familiar y colectiva, dejando su relato para las futuras generaciones. Acompáñenme en este viaje por sus recuerdos y sabiduría. ¡No olviden suscribirse y darle like al video para más contenido!
Diego Flórez Acero